El riesgo en las empresas
Las condiciones actuales que se viven en los mercados financieros tienen un común denominador, el riesgo. El riesgo va alineado directamente con la volatilidad que experimentan las diferentes variables económicas y financieras, llámense tipo de cambio, tasas de interés, precios de materias primas, inflación, etcétera.
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En este sentido, el tener un conocimiento lo más amplio posible del comportamiento de dichas variables, hace que la administración de riesgos se convierta en una necesidad, ya que la identificación, medición y el control de los riesgos permitirá mitigar, en la medida de lo posible, los impactos que podrían sufrir los participantes de los mercados. De acuerdo con la encuesta mundial de riesgos 2022 de PwC reveló que, los CEO´s creen que el crecimiento y los riesgos están fuertemente vinculados y el 75% de ellos prevé aumentar el gasto en el análisis de datos, la automatización de procesos y en tecnologías para apoyar la detección y el seguimiento de los riesgos que permita una eficiente administración.
Cabe mencionar también los tres riesgos más importantes a los cuales las grandes, medianas y pequeñas empresas se están enfrentando a nivel global. Según datos de Statista, durante 2023, la crisis energética es un riesgo comercial líder para empresas de todos los tamaños a nivel mundial, las amenazas cibernéticas (como los delitos cibernéticos o el malware/ransomware que causan tiempo de inactividad del sistema, violaciones de datos, multas y sanciones) y los comportamientos macroeconómicos (como la inflación, deflación, políticas monetarias o los programas de austeridad). Bajo este escenario, las empresas que más se han destacado en los dos últimos años no se han limitado solo a gestionar sus riesgos. Los han afrontado con confianza, un buen análisis y la elaboración de modelos de riesgo. Hoy en día, el 40% de los directivos de las empresas están aprovechando las ventajas de consultar a los profesionales especializados en riesgos como lo somos en Girón Valuation Services desde las primeras fases de sus proyectos.
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Por esta razón, explicaremos qué es el riesgo financiero, lo que significa la administración financiera para las empresas, abordaremos brevemente el proceso para gestionarlo y los seis grandes grupos de riesgos en las empresas internacionales.
Qué es la administración de riesgos en las empresas
El riesgo se puede definir como la vulnerabilidad ante un daño o perjuicio potencial que puede afectar a personas, organizaciones o entidades. El concepto de riesgo evoca la posibilidad de que ocurra un contratiempo o se produzca un daño. Por ejemplo, un agricultor, cuando llega a perder sus cosechas a causa de algún evento adverso de la naturaleza, llámese huracán, tornado, sequía, etcétera. El adentrarse a la gestión del riesgo implica comprenderlo, esto es saber medirlo y valorarlo, establecer límites de riesgo aceptable y cuáles deben ser evitados, introduciendo planes originales de gestión y control mediante procedimientos previamente establecidos.
La representación más inmediata del riesgo es la incertidumbre (o la ignorancia) respecto de un evento desfavorable para una actividad o para las propias intenciones. Si se conocen con total seguridad los resultados de una acción, no puede decirse que exista riesgo.
Por tanto, se entenderá a la administración de riesgos como el conjunto de objetivos, políticas, procedimientos y acciones que se implementen para identificar, medir, vigilar, limitar, controlar, informar y revelar los riesgos a que se encuentran expuestas las empresas.
Proceso para gestionar el riesgo en las empresas internacionales
Los riesgos con los que a menudo se enfrentan las empresas, pueden gestionarse de distintas maneras dependiendo, en primer lugar, de la toma de decisiones del empresario y en segundo término, de los instrumentos disponibles para cada situación. Ante el riesgo, las empresas en general tienen tres alternativas
- Asumir el riesgo y poner en marcha medidas eficaces para reducir sus efectos.
- Transferir el riesgo a un tercero
- Asegurar el riesgo con una entidad especializada, mediante el pago de una prima.
El empresario, en el ejercicio de sus funciones gerenciales, gestiona el riesgo a través de la combinación de las alternativas anteriores, una vez que ha analizado y conoce las características de cada tipo de riesgo, soportando, eliminando o reduciendo sus efectos.
La gestión de riesgos puede sistematizarse en un proceso que abarca diversas etapas y que, en general, se produce de la siguiente manera:
Identificación del riesgo: permite analizar las situaciones de negocio y determinar los tipos de riesgo en los que la empresa incurre, los orígenes de sus causas y los modos en los que puede manifestarse.
Valoración de los efectos: se trata de evaluar cualitativa cuantitativamente las posibilidades de que un siniestro se produzca, y en su caso, la intensidad del mismo y los posibles efectos sobre la empresa.
Toma de decisiones: consiste en seleccionar las acciones y medidas que pueden ponerse en marcha, para reducir y controlar los riesgos, limitando o eliminando sus efectos.
Evaluación de costes: se trata de valorar, tanto el coste de las medidas elegidas para cubrir el riesgo, como los posibles efectos si el riesgo deja de cubrirse.
Análisis de los resultados obtenidos: una vez que la operación ha concluido, es necesario analizar los resultados del sistema de cobertura elegido, tanto si el siniestro se ha producido como si no. De modo que puedan extraerse consecuencias y pautas para actuar en operaciones futuras.
Tipos de riesgos en las empresas internacionales
En la actividad empresarial se entiende que asumir riesgos es el modo de crear valor, siendo así que el riesgo está ligado a la incertidumbre en cuanto a obtener los resultados de rentabilidad que se pretenden. Para cada tipología de empresa, sector de actividad, e incluso para cada empresa en particular, existen factores específicos y exclusivos, que conducen a riesgos también específicos. Te invitamos a leer nuestros artículos orientados a los riesgos específicos a los que se enfrentan distintas industrias como la farmacéutica, textil, energía, construcción o alimentos y bebidas.
Para efectos generales, de modo orientativo y sistemático, los riesgos empresariales pueden agruparse en las siguientes categorías:
Riesgos de mercado: son aquellos que resultan de las decisiones de las empresas en cuanto a qué tipo de productos fabricar y vender, a qué segmentos los destina, número de sus productos, gama de los mismos, sistema de distribución, etc.
Riesgos operativos: originados internamente para no alcanzar los niveles de producción o calidad esperados, o a causa de una deficiente gestión de la logística de dicha producción. En este tipo de riesgos se incluyen los relativos a la ciberseguridad que hemos mencionado al inicio del artículo.
Riesgos comerciales y de crédito: se generan como consecuencia de los contratos de todo tipo realizados con terceros; son también los riesgos de contrapartida, los que se contraten al realizar ventas a crédito o con aplazamiento de cobro, sobre la base de políticas y objetivos de ventas de la empresa.
Riesgos financieros: la empresa tiene a disposición distintas opciones e instrumentos para gestionar cada tipo de riesgo; así, los riesgos comerciales pueden asumirse o transferirlos a terceros vía venta o garantía; también pueden cubrirse mediante un seguro; por otra parte, los riesgos financieros han de garantizarse adecuadamente o tramitarse a través de instrumentos financieros sin riesgo.
A efectos de una clasificación y análisis de los riesgos de las empresas internacionales, se pueden identificar seis grandes grupos:
1. Riesgos políticos
Son aquellos causados por las decisiones de un gobierno que afectan a las operaciones que empresas extranjeras realizan en el país. Entre ellos se encuentran el riesgo soberano y el riesgo de transferencia.
2. Riesgos catastróficos o extraordinarios
Son aquellos derivados de situaciones ajenas a la voluntad como lo son los fenómenos naturales (terremotos, sequías o inundaciones) o acciones humanas violentas (guerras o terrorismo).
3. Riesgos contractuales
Son los que se derivan de los contratos de compraventa aun antes de que se haya hecho la entrega de las mercancías o prestado los servicios objeto de los mismos.
4. Riesgos comerciales
Consiste en la imposibilidad por parte del exportador de obtener el valor de una exportación por incumplimiento del importador de la obligación de pago, a causa de su estado de insolvencia, falta de liquidez u otros motivos. Cabe distinguir entre el riesgo de cobro y el riesgo de crédito o financiación.
5. Riesgos financieros
Son aquellos que tienen su origen en los mercados de dinero, divisas y crédito, debido a la evolución y tendencias de las cotizaciones de las divisas y tipos de interés, en un periodo determinado, sin que ni el exportador, importador o inversor, tengan influencia directa en la formación o graduación del riesgo.
6. Riesgos de inversiones y proyectos
Son aquellos que tiene que soportar una empresa internacional durante la puesta en marcha de una inversión en el exterior, especialmente en el caso de creación de filiales de producción o de adquisiciones de empresas extranjeras.
Cada uno de estos tipos de riesgos generan una serie de contingencias para las cuales existen diferentes instrumentos de cobertura y en donde se recomienda, como lo decimos en un inicio, la participación de expertos para su implementación.
Dónde puedes obtener más información
Te recomendamos acudir con expertos en la administración de riesgos como lo somos en Giron Valuation Services. Contamos con 10 años de experiencia brindando servicio a grandes empresas de distintos sectores en México, LatAm, Argentina y España; garantizando su entera satisfacción a través de la recurrencia.
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