Los negocios son entidades en constante evolución, no estructuras estáticas. Son organizaciones dinámicas que se adaptan y cambian continuamente. Incluso si la empresa muestra resistencia al cambio, el entorno económico que la rodea seguramente evolucionará. Estas variaciones constantes tienen un impacto directo en el valor del negocio.
Como propietario, naturalmente aspiras a cosechar los frutos de tu arduo trabajo. Has construido una base de clientes, pues comprendes tanto el producto o servicio que ofreces como las necesidades de tu mercado objetivo. Conoces los registros financieros de tu negocio, lo que podría sugerir una buena comprensión de su valor. Sin embargo, la valoración de las empresas es un proceso complejo que involucra muchas variables, tanto tangibles como intangibles. Si bien los activos tangibles pueden identificarse con relativa facilidad, los activos intangibles presentan un desafío mayor.
Por tanto, la valuación va más allá de los números financieros; requiere experiencia y conocimientos especializados que solo un valuador de empresas experimentado puede proporcionar. Una comprensión incompleta del valor empresarial conlleva a que muchos propietarios tengan una idea vaga o incluso nula sobre el valor real de sus negocios. Desafortunadamente, los mitos y conceptos erróneos facilitan que individuos poco profesionales engañen a los propietarios sobre el valor justo de su empresa.
Esto puede tener repercusiones significativas para el futuro del negocio, incluyendo la pérdida de inversiones y desventajas en procesos de fusión y adquisición. Además, la mala toma de decisiones que podrían conducir a la bancarrota.
¿Cuáles son los mitos más frecuentes?
Mito 1: La valuación de la empresa puede utilizar los mismos múltiplos para negocios similares.
Hecho: La valuación precisa de una empresa requiere una comprensión profunda de todos sus aspectos financieros y técnicos, grandes y pequeños. Elementos como la marca, el potencial de crecimiento, el modelo de negocio, la filosofía empresarial, la base de clientes y los acuerdos comerciales tienen un impacto significativo en su valor. Debido a las diferencias entre empresas, no existe un «múltiplo estándar» para valorarlas.
Tomemos como ejemplo Burger King y McDonald’s, dos reconocidas marcas de comida rápida con una base de clientes similar. Sin embargo, aquí terminan las similitudes. McDonald’s posee gran parte de los terrenos donde se ubican sus restaurantes, especialmente en ubicaciones premium, que luego arrienda a los franquiciados a largo plazo. Por otro lado, Burger King otorga licencias regionales a los franquiciados propietarios y no interviene en las operaciones individuales de las tiendas.
Mito 2: El valor comercial se deriva de los activos tangibles.
Hecho: El valor de un negocio es multifacético e incluye también los activos intangibles como la reputación de la marca, los derechos de autor, entre otros. Los activos intangibles dan derechos y privilegios específicos a la empresa, lo que significa que tienen valor. Dado que estos activos no tienen una forma física, aceptar su valor es a menudo el desafío más importante a la hora de vender un negocio.
Mito 3: La valuación solo toma en cuenta los datos de hoy
Hecho: Las condiciones comerciales cambian debido a los cambios en la estructura del negocio, las ofertas de productos, la gestión, los acuerdos financieros, el mercado y otras condiciones económicas generales. Estos factores internos y externos afectan a las perspectivas comerciales, lo que lleva a cambios en el valor del negocio. En consecuencia, los compradores invierten en la viabilidad percibida de un negocio, su estabilidad (presente y futura) y su capacidad para generar ganancias en el futuro. Sin embargo, independientemente del enfoque de valuación empresarial utilizado,es esencial conocer su historia, estilo de gestión, estructura de propiedad y registros financieros de rendimiento pasado.
Los compradores realizan análisis cuantitativos con ratio financiero, crecimiento y ratios de margen para saber más sobre la liquidez, la rentabilidad, la tasa de rendimiento y más de la empresa. Los inversionistas o compradores utilizan el rendimiento pasado para servir como predictor del rendimiento futuro.
Mito 4: La valuación es igual al precio de compra.
Hecho: El precio de compra es la cantidad total que el comprador está dispuesto a pagar, incluyendo el capital y las deudas. El precio de compra, que también es el valor bruto del negocio, puede ser más alto si el comprador necesita capital de trabajo y puede reducirse para cubrir las deudas que se deducen para obtener el valor de la equidad de la empresa.
La valuación del negocio es una cifra de referencia; no garantiza el precio de compra. El precio de compra es solo un aspecto de la transacción; la estructura del acuerdo afecta a las cifras finales. Del mismo modo, no pasemos por alto los detalles de los impuestos: ambos afectarán al comprador y al vendedor, ya sea que la transacción produzca una ganancia de capital o un ingreso.
Mito 5: Una valuación más alta siempre es mejor.
Hecho: Si bien puede ser tentador aspirar a una valoración alta para tu empresa, una valuación inflada puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Puede dificultar la venta de la empresa, ahuyentar a los inversores potenciales y crear expectativas poco realistas. Es importante buscar una valuación justa y realista que refleje verdaderamente el valor de la empresa en el mercado.
Mito 6: Tener gastos bajos siempre es bueno.
Hecho: Los bajos gastos pueden significar que no estás reinvirtiendo lo suficiente en tu negocio, lo que lleva a un estancamiento de valor. Cuando reinviertes en tu negocio, en realidad reinviertes para aumentar los ingresos y las ganancias. Además, cuando vuelves a invertir capital en el negocio, contribuyes a aumentar tu base de clientes, agregar nuevas ubicaciones comerciales o crear una gama de productos y servicios.
Reinvertir también significa mejorar el negocio mejorando las operaciones y actualizando los sistemas operativos invirtiendo en tecnología. Tales mejoras contribuirán a una mejor valoración. Además, dado que los compradores revisan los informes financieros, revisando los presupuestos anteriores, las declaraciones de impuestos, los estados de pérdidas y ganancias, los balances y las proyecciones de flujo de efectivo, sabrán si el flujo de efectivo está falsamente inflado.
Cuando te abstienes de invertir, dejas espacio para que el comprador negocie el precio de venta, descontando el valor para resolver lo que le falta al negocio.
Mito 7: No necesito una valuación para vender mi negocio.
Hecho: Aunque técnicamente es cierto, podrías dejar mucho dinero sobre la mesa sin una valuación adecuada.
Si no se cuenta con un informe de valuación, lo más probable es que la transacción no se lleve a cabo. Para evitar esto, es mejor cumplir con las directrices y estándares de valuación y contratar a profesionales expertos y certificados con acceso a bases de datos de mercado. En GVSpodemos ayudarte para tomar decisiones comerciales informadas. La valuación de negocios es un proceso complejo y los especialistas sabremos qué información es relevante y debe incluirse y qué es irrelevante.
Sobre GVS
Contamos con más de 10 años de experiencia en la valuación de empresas y acompañamiento en la auditoría de estados financieros y pruebas de deterioro, así como, derivados financieros. Brindando servicio a grandes, pequeñas y medianas empresas de distintos sectores en México, LatAm, Argentina y España; garantizando su entera satisfacción a través de la recurrencia.
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