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Economía Empresa

Valuación de empresas: definición, beneficios y factores clave de resultados

¿En qué consiste la valuación de una empresa?

Si eres inversionista, dueño de una empresa o bien, el responsable de llevar sus finanzas, es importante saber en qué consiste la valuación de empresas y, para el caso de los negocios, llevar a cabo una valoración general de la empresa al menos una vez al año.

La valuación o valoración de una empresa es el proceso para estimar su precio, el cual es el importe por el que dos partes independientes acuerdan hacer una operación de compraventa y su importe se determina a lo largo del proceso de negociación.

Precisando un poco, podemos definir la valoración empresarial como el estudio que se lleva a cabo para determinar el valor económico actual de un negocio, partiendo de sus cifras financieras, planificación estratégica, expectativas de crecimiento y otras variables generadoras de valor.

En la práctica, la valoración corporativa consiste en estimar cuál es el valor real del negocio mediante la aplicación de una serie de técnicas de valoración. En el valor del negocio se incluyen aspectos como los activos de la empresa, el patrimonio, la capacidad de crecimiento y de generar valor para el mercado, entre otros. Los aspectos a incorporar, así como la preponderancia que se le dé a cada uno, dependerá del método de valoración que se utilice.

Razones para realizar una valoración de tu negocio

Si bien es cierto que, conocer el valor de una empresa es un proceso que se realiza esencialmente en una operación de compraventa, no es su única utilidad y en la práctica se utiliza a menudo por distintas razones. A continuación, te brindamos una lista de 15 razones por las cuales es importante valorar tu empresa y hablaremos sobre los beneficios que conllevan las principales. 

  1. Comprar o vender un negocio.
  2. Inversión en valores.
  3. Cumplimiento regulatorio/normativo.
  4. Financiamiento de capital.
  5. Gestión de riesgos.
  6. Planificación estratégica para la expansión del negocio.
  7. Planificaciones de continuidad de la empresa.
  8. Conocer los recursos que están disponibles.
  9. Planificación patrimonial.
  10. Determinar el valor acumulado de las acciones del negocio.
  11. Entrada a la bolsa.
  12. Definir el sistema de retribución para directivos y empleados.
  13. Procesos de división testamentarios.
  14. Procesos de separación de socios.
  15. Litigio, procesos de arbitraje o concursos de acreedores.

Comprar o vender un negocio: ayuda al propietario a identificar el momento adecuado en el ciclo para vender y a qué precio. Supongamos que quieres vender tu empresa y pones un precio, ese precio será caro, si se encuentra por encima de la valoración; o barato si está por debajo. Tanto el comprador como el vendedor pueden tener diferencias en el valor de una empresa. Por tanto, la valoración corporativa brinda a ambas partes el beneficio de la certidumbre para tomar decisiones asertivas.

Planificación estratégica: permite comprender con mayor claridad cuáles estrategias y aspectos de la organización, están contribuyendo verdaderamente a la creación de valor, y cuáles no. Por ejemplo, la rentabilidad por línea de negocio es un dato clave para decidir qué camino tomar para expandirse y qué productos dejar de producir. Una empresa solamente debe invertir en proyectos que aumenten su valor actual neto.

Financiamiento de capital: una valoración objetiva puede ser útil al negociar con bancos o cualquier otro inversor potencial para obtener financiación. La documentación del valor de una empresa y su capacidad para generar flujo de efectivo mejora la credibilidad para los prestamistas y los inversores de capital.

Inversión en valores: invertir en un valor, como una acción o un bono, es esencialmente una apuesta de que el precio de mercado actual del valor no refleja su valor intrínseco. Es necesaria una valoración para determinar ese valor intrínseco.

Gestión de riesgos: también puede ayudar en la gestión de riesgos al identificar posibles problemas financieros y de valoración. Permite a los propietarios y a los tomadores de decisiones anticipar y abordar los desafíos financieros antes de que se conviertan en crisis.

Cumplimiento normativo: las empresas públicas y/o auditadas que cuentan con activos fijos de larga duración o crédito mercantil debido a la adquisición de un negocio, están obligadas a llevar a cabo valuaciones de dichos activos con el objetivo asegurar que su valor no haya disminuido por debajo del monto que se va a reportar en el Balance General.

En definitiva, conocer el valor de la empresa es necesario, tanto para poder negociar ante una transacción de compraventa, adquisición o fusión. Pero también para entender las formas en que la organización construye su valor, y poder optimizar procesos que suponen la creación de valor.

Factores clave para conocer el valor de tu empresa

Antes que nada, en GVS queremos dejar claro que la valoración de un negocio va mucho más allá de medir los elementos creadores de valor, ya que se trata de un proceso técnico y financiero que requiere de investigación y mucho rigor por parte de los profesionales a cargo.

El proceso de valoración es complejo y tiene varios pasos según el método de enfoque que se elija. Sin embargo, en líneas generales, el valor de una compañía depende de cuanto beneficio se obtendrá, en relación con los riesgos asociados. Por tanto, existen factores clave que influyen en la creación de valor de la compañía en lo que se refiere a su rentabilidad y riesgo como:

Indicadores financieros como la rentabilidad sobre activos, rentabilidad sobre capital, el índice de beneficio neto, el margen de contribución y el EBITDA, son los factores que mayor atención presta un comprador cuando está por adquirir una compañía.

La capacidad de generar liquidez, el volumen de facturación, el recurso humano, el nivel de patrimonio y cuota de participación en el mercado.

Estados financieros internos y externos con el fin de comprender la situación relacionada con los activos tangibles, activos intangibles y los pasivos.

La rentabilidad comercial futura, como los contratos laborales y de arrendamiento, los acuerdos entre clientes y proveedores, los préstamos y todas las demás obligaciones que podrían impactar la rentabilidad comercial a largo plazo.

El entorno en el que se desenvuelve la empresa: Las organizaciones no son entes aislados y, por tanto, su valor puede variar en función de factores externos como, el mercado bursátil, la coyuntura económica presente y futura del país donde la empresa realiza su actividad, y las proyecciones generales del sector al que pertenece.

La información medioambiental, social y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés): hoy más que nunca, vemos que los inversores están considerando los factores ESG como determinantes para su toma de decisiones. De acuerdo con el estudio Climate Change and Sustainability Survey de EY, donde se entrevistaron a 220 inversores institucionales de todo el mundo, se concluyó que el 97% de ellos afirma realizar una evaluación del reporting no financiero de las empresas objetivo donde los riesgos relacionados con el gobierno corporativo, la cadena de suministro, los derechos humanos y el cambio climático son los principales factores ESG que marcarán el funcionamiento de las empresas y los resultados de dicho análisis serán cruciales para contar con el apoyo de los inversionistas.

Cómo elegir el enfoque correcto para valorar tu empresa

Existen diferentes planteamientos o enfoques al momento de valorar una empresa. Se trata de marcos de análisis de información contable y financiera específica, a partir de las cuales se calcula cuál es el valor real de una empresa. Según el enfoque seleccionado se procederá de determinada manera, y se tomará en cuenta cierta información.

Es importante dejar claro que según el objetivo final de la valoración convendrá elegir un método o métodos a utilizar. Por ejemplo; un inversor que busca rentabilidad, no usara el mismo método que un comprador que busca eliminar a un competidor. En el primer caso, es muy común que adquirente se centre en el EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) como punto de referencia para la rentabilidad del negocio y normalmente basará el precio en un múltiplo de esta métrica. Por lo tanto, una parte importante de la valoración es establecer el EBITDA normalizado (o ajustado) del negocio. Normalizar el EBITDA implica analizar los costos históricos y descartar elementos inusuales o no recurrentes en los que se haya incurrido, por ejemplo; el pago de un salario a un accionista que ya no está activo en el negocio. En este enfoque, quien evalúa la empresa debe identificar únicamente los costos necesarios para operar el negocio, de modo que la verdadera rentabilidad del negocio pueda ser identificada.

Los principales enfoques de valoración financiera de una empresa son: 1) enfoque de costo (valor de los activos netos), 2) enfoque de ingresos (descuento de flujo de efectivo), 3) enfoque del mercado (comparables de mercado) y 4) enfoque híbrido. En nuestro siguiente artículo, te explicaremos cada uno de ellos con el fin de que los comprendas claramente y te familiarices con ellos.  

Para elegir el enfoque correcto para tu empresa te recomendamos seguir los siguientes pasos:

  1. Establece el objetivo de la valuación: determina si el propósito es la venta, una transacción de fusiones y adquisiciones, una valoración interna, para obtener financiamiento o por otros motivos. Recuerda que cada propósito requerirá caminos distintos de evaluación.
  2. Conoce a fondo la naturaleza de tu empresa: analiza tu industria, el ciclo de vida del negocio, los activos tangibles e intangibles, la rentabilidad y el riesgo. Este ejercicio te ayudará a identificar mejor el enfoque de valuación más apropiado para tu situación específica.
  3. Consulta a profesionales especializados: es de vital importancia contar con el asesoramiento de profesionales especializados en valuación de empresas como lo somos en GVS, para que comprendas los diferentes enfoques de valuación que existen y cuentes con los conocimientos y la experiencia necesaria en la elección del enfoque adecuado para tu empresa.
  4. Realiza un análisis comparativo: con la ayuda de expertos en valuación corporativa puedes tener un análisis comparativo de los enfoques de valuación disponibles y evaluar sus ventajas, desventajas y limitaciones en relación con tu empresa y el objetivo de la valuación.

Dónde puedes obtener más información

Te recomendamos acudir con expertos en valuación de empresas como lo somos en Giron Valuation Services. Contamos con 10 años de experiencia brindando servicio a grandes empresas de distintos sectores en México, LatAm, Argentina y España; garantizando su entera satisfacción a través de la recurrencia.

Comunícate a nuestras oficinas al teléfono: 55 4741 1163 o bien, vía WhatsApp al teléfono: 55 2690 5302. O si lo prefieres, déjanos tus datos al correo admin@gvservices.mx y uno de nuestros asesores se pondrá en contacto contigo para ofrecerte una asesoría sin costo donde tendrás un diagnóstico preliminar de riesgos, responderemos a todas tus dudas y te brindaremos consultoría en la administración integral de riesgos.

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